miércoles, 6 de agosto de 2008

CONTRA LA LLANEZA XIII

Como ustedes sin duda están hartos de oír, existe una marea populista que ha sustituido las construcciones delante de ti, detrás de nosotros, encima de mí, dentro de ella y cerca de nosotros por las siguientes: detrás tuyo (o tuya), detrás nuestro (o nuestra), encima mío ( o mía), dentro suya y cerca nuestro( o nuestra).
Parece una explicación plausible el hecho de que el posesivo incorpora terminaciones gramaticales de género, cosa que no hacen los pronombres terminados en –i. Cosa que no es cierta, como se ve en el ejemplo del pronombre ella. Pero, desde el punto de vista de la enseñanza de la gramática, las frases vanguardistas alteran el estatuto gramatical de los adverbios delante, detrás, encima, dentro y cerca, que, para transformarse en preposiciones, deben incorporar la preposición de: delante de, detrás de, encima de, dentro de, cerca de. Y que suyo, mío, nuestro, etc…no pueden entrar en esa construcción sin un sustantivo en que apoyarse, si son adjetivos. Si son pronombres, necesitan, además de la preposición de, el artículo: detrás del nuestro, delante del mío, pero ya no son estrictamente deícticos personales. Desde que un teólogo afirmó que se debe escribir como se habla, los vulgarismos arriba mencionados infectan la lengua escrita, por lo que muy pronto delante de ti, detrás de nosotros, encima de mí, dentro de ella y cerca de nosotros serán considerados pedanterías, arcaísmos, cultismos.
Llevamos ya 8 años del siglo XXI y vuelven los fantasmas románticos y clerigállicos que postulan que hablar y escribir es lo mismo (un prejuicio teológico y tarimario) y que son incapaces de aprender que el lenguaje es un instinto (lo del alma del pueblo también retorna) y que otra cosa es la lengua escrita, que es la que hay que enseñar en las clases leyendo textos y apoyándose en las gramáticas.
No discutiré sobre los modelos de la escritura con quienes ( y quienas, claro) se deleitan, títulos mediante, en el elogio de la agrafía. O séase, en su espejo. Así pues, los sintagmas detrás tuyo (o tuya), detrás nuestro (o nuestra), encima mío(o mía), dentro suya y cerca nuestro (o nuestra) son, sencillamente, vulgarismos: Y, enseñados como modelos, papanatismos.
La continuación del error del escribo como hablo, el triunfo póstumo de la llaneza.

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